Pedro G. Paúl Bello Weblog

domingo, junio 07, 2009

AFIRMACIONES INSOPORTABLES CONTRA NUESTRA SOBERANIA Y DIGNIDAD NACIONAL

Si los representantes de los países miembros de la OEA pensaban y querían que se le levantara a Cuba la sanción de expulsión aplicada, con toda justicia y dignidad y a petición de nuestra representación nacional en los difíciles años 60, estaban en su derecho y ejercíeron su libertad.

No caben dudas, especialmente, si ello puede contribuir a mejorar las infames condiciones que padece la población de la Patria de Martí. Pero afirmar, como lo hicieron algunos embajadores latinoamericanos ante ese organismo regional, que "se subsanó el error" entonces cometido, o que se hizo justicia a Cuba, más que una ofensa a la Nación venezolana es un grave irrespeto que, por adhesión a una causa totalitaria que asesinó en el paredón a centenares de ciudadanos cubanos por el sólo delito de defender la democracia, que ajustició a brillantes combatientes que participaron en los combates que se libraron en el territorio de Cuba, con asiento principal en la Sierra Maestra -entre ellos el general Ochoa, Hubert Matos y Camilo Cienfuegos- cuyo delito fue despertar los celos del líder mesiánico de la revolución, pero que dedicó años de esa década a fomentar una guerra interna dentro de Venezuela, invadiendo nuestro territorio nacional y sacrificando en absurdos combates a centenares de jóvenes soldados y oficiales de nuestras Fuerzas Armadas Nacionales, así como a estudiantes, entre los cuales muchos que se ilusionaron con el falso paraiso torpemente designado por el tirano de turno como "mar de la felicidad".

Por su parte, nada menos que el Presidente de Venezuela tuvo hoy el coraje -fenómeno poco común en él- de expresar encadenado (el país todo, no él) que se había hecho justicia con ese paso pues se había "lavado el error".

¿Cuál error? ¿el de nuestro gobierno y nuestros militares que defendieron el sagrado suelo de la Patria? ¿el de defender el sistema de libertades que significa la democracia? ¿el de no permitir que este país fuese entregado al poder del peor de los imperialismos que ha existido en los tiempos modernos, como lo fue el soviético? ¡Qué Dios y la Patria se lo demanden!