Pedro G. Paúl Bello Weblog

miércoles, agosto 24, 2005

RES NON VERBA

¿QUÉ HACER? Es ésta una pregunta que, angustiada, escuchamos y leemos superada la fecha del falso dilema: 7 de agosto de 2005.
Sin lugar a dudas, llegamos ya al tiempo cuando la oposición debe actuar con gran inteligencia y total desprendimiento de propios intereses sea de grupos o individualidades.

El objetivo es tratar por todos los medios y antes de la realización de las elecciones parlamentarias de diciembre, de "reventar" al actual CNE y lograr la designación de otro, conforme a la Constitución.

Se dirá que no es fácil y con razón, pues estamos ante un gobierno totalitario (aunque muchos lo nieguen, los más por ignorancia de lo que ello significa, otros por complicidades de toda suerte).

Sin embargo, veo claro que si la oposición sabe aprovechar la brecha que se ha abierto dentro del chavismo, especialmente lo que significa la protesta enfurecida de los tupamaros y otros grupos que probaron, en carne propia, lo que es el fraude electoral y el atropello del gobierno, se puede concertar un movimiento muy amplio de grandes protestas contra el CNE, cuyo objetivo debe ser actuar de tal manera compulsiva (y hasta violenta, allí ayudarán tupamaros & cia.) para que la Asamblea ( léase el gobierno, ante el conflicto y las presiones internas y externas ) se vea obligada a nombrar un nuevo CNE conforme a lo que ordena la Constitución. En esto va a ser importantísima la presencia de organismos internacionales, especialmente la OEA que, ante el aumento de la conflictividad política interna, van sin dudas a hacerse presentes.

La línea opositora tiene que ser no concurrir a elecciones de ningún tipo hasta que no sea designado un nuevo CNE como lo dispone la Constitución (es de recordar que la AN, para designar el CNE lo tiene que hacer con la mayoría calificada de las 2/3 partes de sus miembros, lo que necesariamente determina un CNE equilibrado) y aceptados y puestos en práctica los 5 puntos que presentó Súmate como condición mínima para las elecciones del pasado 7 de agosto.

Pienso que la conducción opositora tiene que estar en manos de gente que no está "defendiendo espacios" y tampoco de quienes fueron dirigentes significativos de la Coordinadora, pues sus decisiones pueden seguir siendo mediatizadas por sus intereses particulares. En tal sentido, un triunvirato puede ser Oswaldo Álvarez Paz, Tulio Álvarez y Antonio Ledezma, con la directa asesoría y colaboración de Súmate y de alguna persona con experiencia y buen equilibrio como Enrique Tejera París. Esto no significa la exclusión de los demás dirigentes y menos de grupos y partidos, pero es bueno que el país sepa, con nombres y apellidos, quienes son los responsables y no se diluya esa responsabilidad en el anonimato de un cuerpo invertebrado como fue la Coordinadora.

Debo decir que para lograr el objetivo planteado, la oposición debe hacer uso de todos los medios a su alcance, todo dentro del alcance del articulo 350 de la Constitución. El país tiene que declararse en desobediencia y resistir ante el régimen. Desde luego, habrá grupos que se especialicen, separada pero coordinadamente, en las diferentes actividades y acciones que pueda ser necesario realizar. Es la última oportunidad para la democracia en Venezuela: no se puede ceder en nada. Llegamos a ese momento cuando hay que jugar el todo por el todo.

Es importantísima la gestión de enlace y coordinación, dentro del alcance que establece la diversidad de sus objetivos, entre la oposición al régimen y la disidencia o inconformidad de los sectores pro-gubernamentales antes indicados, en el entendido de que lo que une a la oposición y a estos grupos chavistas es el común interés de tener un CNE neutral y de concurrir a futuras elecciones con el mínimo de exigencias que resumen los 5 puntos o propuestas de Súmate.

Finalmente, observo que, a mi manera de ver, ir a elecciones parlamentarias en las mismas condiciones que caracterizaron los comicios del pasado 7 de agosto, SI ES UN SUICIDIO para la oposición. El 7 de agosto lo que manifestó el país fue: 1º) Rechazó el fraude en las múltiples facetas en las que lo realiza el CNE; 2º) Rechazó las componendas entre grupos políticos en la búsqueda particular de beneficios y prebendas; 3º) Exigió reglas claras, justas y respetadas para todo acto electoral; 4º) Implicitamente expresó con su deliberada abstención que NO VA A CONCURRIR a ningún proceso que no sea legal y transparente. Por tanto, de concurrir a las elecciones legislativas de diciembre y, por supuesto, a las presidenciales de 2006 en las mismas condiciones de agosto y octubre de 2004 y de agosto de 2005, la ausencia de los electores será mucho mayor aún y el gobierno copará todo poder en el país.

RES, NON VERBA!