Pedro G. Paúl Bello Weblog

domingo, octubre 28, 2007

LO BUENO ES COMO SE ESTA PONIENDO ESTO

No me refiero al usual significado que tiene esa expresión en nuestro lenguaje coloquial, sino a las interesantes opiniones que, tanto publicados en medios como en Internet, revelan que el país va tomando una muy clara conciencia de la amenaza roja que se cierne sobre nosotros. Me voy a tomar la libertad de traer, como referencia de lo expresado anteriormente, cuatro excelentes ejemplos de esas publicaciones.

1º. El primero es el “extracto-resumen” de una “Entrevista a Enrique Tejera París” que, con fecha 23 de setiembre de 2007, me llegó por Internet, sin identificación de la autoría de la misma pero, sin duda, auténtica, pues resalta en ella el agudo estilo propio de ese brillante venezolano que es el Dr. Tejera, uno de los baluartes que quedan en pié firme como ejemplo de lo que es la auténtica venezolanidad.

El Dr. Tejera responde a su entrevistador la pregunta “¿Qué le recomienda Ud a la gente que quiere un país distinto al que está imponiendo Chávez con todos los recursos que maneja?”:

- “Habrá que llamar a la policía. . . .”Cada ley tiene una policía especial. La Constitución tiene a las Fuerzas Armadas. La primera frase de la función de las Fuerzas Armadas en la Constitución, desde 1811, es defender la soberanía. La soberanía reside en el pueblo, es decir, ella es atacada cuando los derechos del pueblo son agredidos. No se trata de la soberanía que cree la gente que es el territorio”.

Y continúa: “Si dice no vamos a votar, efectivamente, no podemos votar por un régimen tan tramposo como éste. No se debe ir a votar porque no hay sistema electoral creíble. No se debe hablar sobre la Constitución, porque tal reforma es un cuento para meternos en una dictadura perpetua”. . . . “Si la oposición sigue dando negativas no se unificará para lograr algunos objetivos”. . . . . “Hay que hacer una lucha por la libertad, pero no en abstracto”.


2º. El siguiente es un estupendo y ameno artículo de Juan J. Aguerrevere Branger cuyo título es “ ¡Arrechate coño! “, en el que, de manera muy pintoresca, resume el carácter de una tía, de “esas multitaskers”, porque hacen de todo, pero la tía en cuestión se pone furiosa por cada una de esas cosas que ocurren diariamente y nos molestan a todos y, en tales casos, le viene a la mente, como sugerencia, la frase que titula el artículo. Pero se contiene y, en vez, repite siempre, decente y de manera muy paciente: “así es la vida”.

Con en mente ese ejemplar caso, nuestro autor desciende a la arena en la que se lidia la gran corrida del tema político --nunca faltan toros que insisten en embestir trapos que, no por casualidad, son rojos-- pues, como la tía protesta por las injusticias, las muertes en Caracas, la reforma constitucional y cuanto pasa, pero, tragándose la expresión que le viene en mente, dice simplemente “esta fue la vida que nos tocó”, él responde “así no es la vida”. . .”una vida no se mide en conformismos y en resignaciones” . . . “La vida no es vida si nos hacemos a las injusticias” . . . “No estamos viviendo si dejamos que otros decidan por nuestros derechos y aplaudamos desde nuestras ventanas a los que marchan por nosotros”. . . “Llegó la hora verdadera de gritarle a todo pulmón al vecino: ‘¡Arrechate, coño, que nos estamos hundiendo! “ . . . . “En treinta y siete días los venezolanos acudiremos nuevamente (pues ‘así es la vida’ ) a las urnas a decidir si queremos ser socialistas, vivir en comunas bajo un esquema de propiedad mixta ( etc. ) . . . . hasta que decidamos que así no es la vida. Vendrán más golpizas, más atropellos y más escaramuzas, pero hasta que mi tía --y todos nosotros—no se ‘arrechen coño’ la idea del utopismo lucirá muy bella en papel y como se ha pronosticado durante siglos, horrenda en la práctica”. . . “Piense si nos ¡arrechasemos coño! Y acudiéramos a nuestras asambleas de vecinos, a informarnos, a unirse en las calles lluviosas en protesta” . . . . “ Es necesario saber cuál es la razón por la que ¡arrecharnos coño! . . . La verdad no se esconde detrás de los pasivismos que, como a mi tía, nos hemos ido acostumbrando. Está allí, dentro de cada uno de nosotros, esperando que ‘ ¡nos arrechemos coño! Y defendamos lo que es nuestro”.

3º. Como tercer ejemplo, traigo el artículo “La abstención (El principio del fin) de Alfredo García Deffendini, publicado el pasado viernes 26 de octubre, que se inicia con el señalamiento “El régimen, como una parte de la oposición colaboracionista. . . .estigmatizan el derecho que tenemos los venezolanos de acogernos al artículo 63 de la Constitución Nacional [El sufragio es un derecho. Se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas] En virtud de ello, en la ruta electoral venezolana es tan legal concurrir a votar como abstenerse de votar, es decir ‘votar no votando’ “.

Conviene, entonces, apunta García Deffendini, “desarrollar con mayor profundidad el tema de la abstención” ya que “tanto el Gobierno como la oposición colaboracionista están de acuerdo que el enemigo a vencer para poder lograr sus propósitos, es la abstención. ” Más adelante explica: “. . . El Gobierno porque sabe que una gran abstención le quitaría la careta de su falsa legitimidad y lo deslegalizaría en su criminal plan de un cambio de valores y principios republicanos . . . . y la oposición complaciente, porque perdería su proyecto de constituir una plataforma política para los próximos 50 años. “

Luego de explicar el significado de la palabra “abstención”, desde sus orígenes etimológicos, el Dr. García Deffendini concluye que: “abstenerse implica un acto consciente que involucra una reacción del individuo como resultado del análisis racional de la situación”, y que “no se puede llamar abstención a una decisión que no esté sustentada por una sólida argumentación”, por lo que, no votar en la presente coyuntura nacional “debe apoyarse en un análisis lógico y refelxivo que permita al colectivo decidir si desea o no hacerse corresponsable del fraude perfeccionado por el régimen”.

“En fin -termina- que ese pueblo engañado, decida de una vez por todas depositar su confianza en quienes le han venido diciendo reiteradamente que no se puede concurrir a un proceso electoral viciado y fraudulento”. . . “que la abstención no es una inmovilidad como se le ha querido vender, sino que por el contrario, es la fuerza excepcional de una activa y movilizadora expresión colectiva para desenmascarar al régimen y a la oposición colaboracionista, quitándoles su pretendida y falsa legitimidad: ‘el principio del fin’ “.


4º. Por último, pero no muchos menos por ser el último, traigo el excelente y sesudo artículo publicado muy recientemente por el muy estimado Padre Luis Ugalde, Rector de la Universidad católica Andres Bello, en El Universal. Extraigo de tal artículo --y por razones de tiempo, pues como se dice popularmente, “no tiene pérdida” alguna-- algunos de sus momentos y frases, útiles para los propósitos de este escrito.

Inicia el Rector Ugalde su artículo afirmando que Chávez decidió imponer una nueva Constitución --nada dice de reforma-- para someternos a vivir en una sociedad totalitaria que rechaza la gran mayoría del país. Atribuido al pueblo, “este cambio --enfatiza el Padre Ugalde-- es ilegal e ilegítimo sin Asamblea Constituyente”.

Ante una nueva Constitución que “es una locura” en su forma y estructura; “una desgracia nacional” por sus objetivos de cubanización de Venezuela y una inmoralidad en su proceso, de lo que “ha hablado valiente y claramente” la Conferencia Episcopal Venezolana, el Rector ucabista se pregunta: “ ¿Qué posibilidades le quedan a la mayoría democrática venezolana de diversas tendencias para impedir esa Constitución dictatorial y el ‘socialismo’ estatista? “.
Como respuesta afirma que “las posibilidades son buenas” a condición de que los demócratas superen sus pequeñeces y trabajen en lo fundamental que es “sumar las diversas expresiones de rechazo a este atentado constitucional”.

Ese trabajo, para Ugalde, se resume en dospuntos: Primero, informar “a todos y por todos los medios” en los días que quedan sobre las amenazas reales y concretas que significa esa Constitución; segundo, aceptar que hay dos formas de rechazo al proyecto de Chávez y su gobierno: la abstención y el voto No. Estima el Rector que ambas manifestaciones de rechazo alcanzarán un 70 por ciento del universo electoral y que el gobierno apenas alcanzará un 30 por ciento con el que quiere imponer constitucionalmente un sistema rechazado.

Pero el Padre Ugalde indica como lo más importante lo que llama “El día después” y recuerda que desde 1998 ese ha sido el punto flaco de los opositores, pues ha ocurrido desde entonces que en cada elección han desaparecido siempre, desde la misma tarde de las votaciones y al día siguiente, candidatos y dirigentes de la oposición.

Propone el Padre que es indispensable que es menester “que la abstención y el voto negativo desde ahora se acepten mutuamente (aunque no se gusten)” y que “se sumen como dos formas complementarias del mismo rechazo. “ Pero, inseparablemente y desde ya, “Hay que preparar el día después. “

De lo que se trata, en la tesis de Ugalde es “de convertir ese rechazo en mayoría política”, para lo cual, indica antes, es necesario “prever y preparar el día después”. Afirma categóricamente que “la mayoría del país tiene que sentirse mayoría” a fin de ser capaz de celebrar la derrota de la imposición totalitaria desde la misma noche del día de las votaciones del referendo. Realista, el Rector de la UCAB llega a la conclusión de que se “requiere una voz y una dirección que, antes y después, explique los hechos ante el país y el mundo. “

Habida cuenta de que el Presidente Chávez no reconocerá su derrota, “el día después es la clave para salvar la democracia venezolana” y llama, enfáticamente, a “trabajar con convicción y eficacia por el rechazo masivo” lo que hace imprescindible entender que este estará representado tanto por la abstención como por el voto negativo.

Permítanme ahora, amables lectores, que sintetice algunas de las ideas anteriores, aunque es evidente la estrecha relación que tienen las posiciones antes resumidas.
La idea del Dr. Tejera destacando que la soberanía reside en el pueblo y es atacada cuando los derechos de éste son agredidos, se relaciona, como sobre su fundamento, con la cita de García Deffendini del artículo 63 de la Constitución vigente [El sufragio es un derecho. Se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas] y también con el inicio del artículo de P. Ugalde, quien basa todo su razonamiento posterior sobre la ilegalidad e ilegitimidad de la “Reforma” pues, sin Asamblea Constituyente, se evidencia que ha sido atacada la soberanía del pueblo (Tejera).

Sobre la expresión del Dr. Tejera, “habrá que llamar a la policía”, podemos destacar que se presenta como indispensable el que “alguien” haga esa llamada. ¿Quién será? Pues el pueblo; el del ¡arrechate, coño! de Aguerrevere; el mismo que no debe dejar que otros decidan por sus derechos.

García D. habla de desarrollar con mayor profundidad el tema de la abstención. Aparte de su propio y muy buen desarrollo, el P. Ugalde le añade el remate cuando hace ver que, tanto la abstención como la votación por el NO, suman el rechazo total al proyecto del gobierno.

El interrogante del P. Ugalde sobre las posibilidades que tiene la mayoría democrática para impedir la vigencia de esa locura de Constitución, además de su excelente propuesta para convertir ese rechazo en mayoría política, tiene también coincidencias con las diversas líneas de conductas anotadas por Aguerrevere, especialmente por la temática que traza el propio título de su artículo que se propone expresar todo lo contrario de pasividad o indolencia.

Las orientaciones de los artículos indican una preferente inclinación por la abstención, si bien el P. Ugalde se muestra neutral en lo que se refiere a la disyuntiva abstinencia-voto no, pero con una muy inteligente solución integradora.

El señalamiento de “el día después” del Padre Ugalde, no solamente tiene base en la realidad vivida por la oposición venezolana desde el mismo año1998, sino que constituye la idea fuerza de lo que habría de ser el esfuerzo del pueblo opositor para impedir este atropello máximo. Lo que hay que hacer en ese entonces, ”para salvar la democracia” como lo expresa Ugalde, lo leemos en la frase de Tejera: “hay que hacer una lucha por la libertad, pero no en abstracto”. Por eso, en frase de Aguerrevere, “hay que saber por qué nos arrechamos”, también hay que saber, con García D., que se trata de activar una “fuerza excepcional de una activa y movilizadora expresión colectiva para desenmascarar al régimen y a la oposición colaboracionista” , lo que supone “trabajar con convicción y eficacia por el rechazo masivo”, sea por abstención o por voto negativo.

Un detalle para terminar: si los partidos políticos quieren asumir una verdadera actitud democrática y borrar las dudas y conjeturas que toda la oposición hace sobre la dudosa conducta anterior de algunos de ellos o de algunos entre sus dirigentes, sus mejores colaboraciones serán, primero, el hacer efectivo el tan difundido y mal cumplido propósito de tener representantes en todas las mesas electorales del país. De responder a ese deber, y de conservar las actas hasta el último momento del proceso comicial referendario, habría modo de constatar la magnitud del rechazo a la propuesta del gobierno, pues más allá del fraude que inevitablemente será realizado, tendrán en su mano la prueba fehaciente de la abstención alcanzada. Por otra parte, actúen con contundencia y fuerza, con propósito firme de no participar, si el gobierno, representado por el CNE, no abre TODAS las urnas electorales a fin de que sean manualmente contados los votos. No aceptarlo, por parte del gobierno, será la más objetiva prueba del fraude perpetrado.