Pedro G. Paúl Bello Weblog

viernes, diciembre 21, 2007

¿POR QUÉ ALGUNOS TODAVÍA DUDAN SOBRE LA REALIDAD DE LO QUE ESTAMOS VIVIENDO?

Infinidad de veces me he hecho esa pregunta. Con otros interrogantes he buscado la respuesta: ¿Bastará con afirmar que es por complicidad?

Entiendo perfectamente que puedan haber cómplices de ésto, cuyas caras permanezcan ocultas para preservar el anonimato y sus portadores puedan ser más eficaces a la hora de actuar bajo la protección de las sombras... pero ¿habrá tantos desempeñando ese triste papel?... En algunos, más que complicidad --comprendida como entendimiento con el régimen-- percibo, en ciertos casos que tienen nombres y apellidos, la búsqueda del propio beneficio en esa suerte de “viveza” de quien sabe “meterse” para aprovecharse de situaciones que le amparan, al socaire de un poder que permite “logros”, sobre todo crematísticos, sin cuidar de leyes, reglamentos y normas que impiden o “molestan” cuando se transitan vías que, o están definitivamente al margen de la legalidad o, al menos, se montan en aquello que algunos designan, cínicamente, como procedimientos de “cuerda floja”. Es el papel de los colaboracionistas de siempre, trágicamente tipificados en la República de Vichy.

Pero.... hay tanta gente que de muy buena fe manifiesta, todavía, no creer que estemos avanzando aceleradamente hacia la definitiva imposición de un régimen totalitario en nuestro país; hacia la cubanización castrista de nuestra vida nacional, con toda la tragedia de miseria y de ruina social, económica y humana que ello comporta; hacia la pérdida total de todo derecho dentro de la propia Patria; hacia la duda irresoluble respecto de la sinceridad del otro, de cuya amistad se desconfía pues se desconoce si, después de la charla abierta, no haya la infame delación; hacia la imposibilidad de expresar, con sinceridad, el propio modo de ser, de creer, de sentir y de amar, sea desde la fe en una manera de creer en Dios o sea del vivir, despiertos, un modo de soñar sobre la propia tierra.... que no basta con pensar en cómplices, sino que, necesariamente, tiene que haber más razones capaces de explicar el por qué de esa indolencia, de esa despreocupación, suerte del “nonchalance” que usa la lengua francesa para designar apatía, falta de firmeza, de energía, o de fuerza para batirse por la vida.

Hace un cierto tiempo corrí por las redes virtuales un par de trabajos de Dr. Asdrúbal Aguiar, cuya importancia señalé en esa oportunidad. Venían titulados como “La Nueva Etapa” y “Sistematización de la Nueva Etapa”. Léanlos, les recomiendo vivamente a quienes no los hayan leído. Por que, por último, he llegado a la conclusión de que el secreto de tales indolencia y despreocupación reside, principalmente, en el desconocer -a veces es que no se quiere ver y se hace como el avestruz- la verdad verdadera de la realidad que vivimos en Venezuela:

-“Eso no nos puede pasar aquí” – Si señores; si nos puede pasar y nos está pasando. No hagamos como los pobres judios hicieron en Alemania, Polonia y en otros países sojuzgados por la bota Nazi. ¡Si nos está pasando! ¡Abran los ojos, por favor, que ya es tarde!

Vean en los artículos de Aguiar cómo es “el rostro auténtico –hasta ahora oculto y sinuoso- de la revolución “chavista”; vean cómo, valido del total control del poder que ya disfruta, el Jefe de la Revolución ha pretendido (con sospechosa seguridad de éxito), “sin una nueva apelación al Poder Constituyente” disponer “la conformación de la nueva estructura social de Venezuela”; “la construcción del nuevo modelo democrático de participación popular; la creación de la nueva institucionalidad del aparato del Estado y el nuevo sistema económico” así como “la reorganización institucional y operativa de los otros poderes: el Sistema de Justicia, la Contraloría General de la República, el Ministerio Público”, “el rediseño de la estructura funcional del Estado en todos sus niveles y la construcción de la nueva institucionalidad revolucionaria municipal, estadal y nacional, la cual fortalezca el poder popular e institucionalice las misiones creadas con el apoyo de Cuba, a fin de darles sustentabilidad”.

Vean, igualmente, cómo “La idea del Estado unitario, totalizante y personalista no merma en la reflexión de Chávez, antes bien se afirma como ambición ” y para que no sigan pensando más en aquello de si votar o no votar (con vista al futuro), vean cómo, en esas reuniones de noviembre del año pasado, el Líder trató y amenazó a sus gobernadores (como lo hará con todos los funcionarios que Ustedes “elijan”): “De aquí nadie debe retirarse hasta que no termine la última letra de esta reunión, y yo les ruego la máxima atención a todas las exposiciones y les ruego que tomen nota”. Luego los previene, sin más: “Aunque no puedo destituir a alcaldes, ni a gobernadores, si puedo hacer otras cosas ¿no? Quiero que sepan que en esta nueva etapa el que está conmigo, está conmigo, el que no está conmigo está contra mí”. (El subrayado es mío y todo el texto es del artículo de Aguiar).

Perdonen la insistencia, pero lean los brillantes estudios de Asdrúbal Aguiar e instruyan a otros en la verdad de lo que estamos viviendo.