LA GRAN PATRAÑA

Cual Mago de Circo, el personaje hace sus mejores malabarismos para distraer la
clientela y ejecutar, impoluto, sus habilidosos trucos.

A fuerza de repeticiones, la clientela luce fastidiada pues ya conoce las trampas. Eso se siente en la calle: lo dice el taxista; lo recoge la gente que no encuentra lo que busca en los abastos y mercados; lo dicen a voz en cuello pasajeros del cada vez más deteriorado Metro de Caracas, otrora orgullo de la Capital.

La protesta es tan general y extendida, que el país se parece a plaza de toros en corrida cara, toro manso y torero malo. Es que, de forma igual a la de la fiesta taurina, la afición democrática tiene que aprender a no caer en el error político que, si en las corridas sería pagar por ver toros sin casta y toreros sin valor,en política también se paga, pero de manera peor: en necesidades no satisfechas, con mayor subdesarrollo y, a veces, la pérdida de libertades y de vidas...

El aprendiz de mago (o de brujo, quizá más apropiado) ha comenzado el peligroso ensayo de jugar con fuego. No crean, los venezolanos ingénuos (que son bastantes) nada de lo que el gran farsante ha estado diciendo que hace. Es una inmensa patraña urdida ante la caída espectacular que muestran todas las encuentas, comenzando por las que él mismo paga.

La sola salida que le quedaba era la de volver al Circo para mostrarse como ángel reivindicador de la honestidad y la pureza ciudadanas. ¿Cómo --se pregunta más cínico que lo usual-- un "pata en el suelo" como Acné, "igual que nosotros, igual que yo" pudo llegar a Presidente de un Banco? ¿Y no lo sabías, acaso? ¿O es que piensas que todos somos lerdos? ¿Y tu hermano, qué? ¿Y tu familia, qué? ¿Y todos los hampones que tienes a tu lado, qué? ¿Quién los puso allí? ¿Alí Baba? ¿El otro Alí?

Y sin embargo, no se equivoca ni está loco. Tampoco lo estaba su homónimo psíquico, Führer que destruyó su país y, en su loca guerra, asesinó a más de 60 millones de personas. En una ocasión, hace unos 10 años, pregunté a pisquiátra amigo si el tipo estaba loco y me respondió que no; que el loco come caca y nunca había sabido él que el fulano la comiera. Pero que eso no significaba que no fuese sociópata con Ego inmenso; que funcionara con mentalidad de niño que juega a la guerra, que tiene una silla en la que, al sentarse, es Rey absoluto y tiene un avión para pasear donde quisiese.

Locos podemos quedar muchos, de aguantar tanta infamia y ver el silencio, la pasiva
complicidad y el miedo de tantos otros llamados a dar la cara y jugársela de verdad, en lugar de dejarlo a jóvenes aún adolecentes que están dispuestos a todo.

Y no se equivoca el trucador taquinero, pues, según se me ha informado --no las he visto-- encuestas recientes indican repuntes en los sectores más populares que se creen el cuento de Robin Hood. "El no tiene la culpa, son los que lo rodean". Masa inconsciente que se le conserva así para que ni siquiera use la razón, abstraiga de la inmediatez de lo que ve u oye y alcance cierta profundidad de las cosas. ¡El populismo en su peor expresión totalitaria!

Si Maquiavelo, que disfruta de fama de malo y fue sólo cínico que se burlaba de todos, le escribiera al usurpador unas líneas, de esas, conocidas de sus consejos en "El Príncipe" al Magnífico Lorenzo de Medecis, podría recomendarle:

1° Evitar "Tener por enemigos a todos los que has ofendido al ocupar el principado" y advertirle que "no puedes conservar como "amigos a los que te han ayudado a conquistarlo, pues no puedes satisfacerlos
como ellos lo esperaban;

2° Que "el que llegue a Príncipe mediante el favor del pueblo debe conservar su afecto, cosa fácil, pues el pueblo sólo pide no ser oprimido";

3° Que "mal puede contar con súbditos a quienes sus ofensas contínuas y todavía recientes llenan de desconfianza";

4 Que ° Los principados peligran, por lo general, cuando quieren pasar de principado civil a principado absoluto; pues estos príncipes gobiernan por si mismos o por medio de magistrados. En el último caso su permanencia es más insegura y peligrosa, porque depende de la voluntad de los ciudadanos que ocupan el cargo de magistrados, los cuales, y sobre todo en épocas adversas, pueden arrebatarle muy fácilmente el poder, ya dejando de obedecerle, ya sublevando al pueblo en contra de ellos";

5° Que "El Príncipe cuyo gobierno descanse en soldados mercenarios no estará nunca seguro ni tranquilo , porque son ambiciosos, desleales, valientes entre los amigos, pero cobardes cuando se encuentran frente a los enemigos…. En cuanto la guerra sobreviene huyen o piden la baja" ;

6° Que debe "abstenerse de los bienes ajenos porque los hombres olvidan antes la muerte del padre que la pérdida del patrimonio".... "porque la mayoría de los que no se ven privados de sus bienes y de su honor, viven contentos..";

7° Que "No hay mejor fortaleza que no ser odiado por el pueblo."