Pedro G. Paúl Bello Weblog

martes, noviembre 29, 2005

EN EL OJO DEL HURACÁN

Estimo que ésta es la más seria crisis que ha vivido este gobierno. Incluso, para mí, lo es más que la del 11A, pues tengo la convicción de que, entonces, Chávez manejaba hilos cuidadosamente dispuestos para que tuviera lugar lo que ocurrió ese día (el día 12, desde Manresa en Cataluña, le dije a un periodista del diario Avvenire de Roma, quien me llamó por el celular, que a mi manera de ver se trataba de un autogolpe, cosa de la cual cada día me convenzo más).

La gravedad de la actual situación corresponde a un hecho único en estos largos 6 años y 10 meses que tiene en ejercicio el actual gobierno: por primera vez, entre todos los avatares del conflicto político que se inició desde el momento cuando el Presidente Chávez juró al posesionarse del cargo, la oposición nacional tiene la iniciativa de los acontecimientos. Y, también por primera vez, el gobierno luce desconcertado y sin saber cuáles piezas mover en el confuso ajedrez político del momento.

Quién sabe si fue descuido, error o inadvertencia, o que alguna interesada mano intervino, pero, ante la observación internacional presente en Venezuela y de sus técnicos atónitos, así como ante técnicos de la oposición, una máquina de votación de las utilizables en los próximos comicios, sometida a público examen por técnicos del propio CNE, inesperadamente descorrió el velo que, desde agosto del 2004, cubría el fraude que se cometió el día 15 contra la voluntad del pueblo venezolano.

Al estupor inicial de todas las partes sucedieron reuniones, reclamos y, finalmente, la oferta del Presidente del CNE quien, para tratar de resolver el conflicto generado, ofreció eliminar las llamadas “caza-huellas”. Craso error del psquiatra. No advirtió que, implicitamente, estaba reconociendo usos indebidos de dichas máquinas por parte del organismo que rige y, al mismo tiempo, arrojando graves sospechas sobre el valor y verdad de los resultados del acto referendario del 2004 y sobre las elecciones posteriores que tuvieron lugar.

Luego, como es sabido, los principales partidos de oposición, sensibles ante la presión de los electores, decidieron no concurrir a las elecciones parlamentarias del 4 de diciembre de las que se retirarán si éstas no son pospuestas para fecha conveniente. Es de notar que las proyecciones sobre la probable abstención alcanza cifras mayores del 80% y susceptibles de aumentar como consecuencia de estos acontecimientos.

Si el gobierno acepta el aplazamiento de las elecciones tendrá la oposición, para la futura fecha de las mismas, argumentos suficientes como para invocar una supervisión más profunda por parte de la OEA y otras entidades de observación internacional. En tales condiciones, se verá obligado el gobierno a respetar la legislación electoral vigente, así como a acceder a designar, por medio de la Asamblea Nacional, una directiva equilibrada para el CNE. Oponerse a tales exigencias podría diseñar situaciones similares a las que se presentaron en Perú y concluyeron con la salida de Fujimori.

Pero si no aplaza las elecciones y las realiza el próximo domingo, tendrá que enfrentar calificaciones de ilegitimidad que no solamente se producirán en Venezuela, sino que tendrán mucho eco en instancias internacionales muy sensibilizadas por las actitudes retadoras e irrespetuosas del Presidente.

Esperemos que en esta primera ocasión cuando la oposición tiene las mejores cartas alcancemos los mejores resultados en beneficio del imperio de la democracia en nuestro país.

lunes, noviembre 28, 2005

CARTA ABIERTA A LOS DIRIGENTES DE LOS PARTIDOS POLITICOS

Muy apreciados señores.

Les propongo ponernos de acuerdo en definir como "política" toda acción que se oriente a dirigir a la Sociedad, de manera directa o indirecta, hacia el logro de su finalidad que es el alcance del Bien Común General. Igualmente y de modo más restrigido, entendamos que la acción política se orienta a determinar el gobierno de la Sociedad a fin de que ésta realice ese su objeto específico, para lo cual se influye, directa o indirectamente, sobre el funcionamiento del Estado.

Pero reconozcamos que la actividad política, al tener como finalidad el Bien Común General de toda la Sociedad y no el bien particular, común o singular, de sus miembros, no está supeditada al simple interés de quien la realiza, esto es del político, sino que debe atenerse exclusivamente a su propio objeto formal que es el bien de todo el Cuerpo Social.

Aceptemos que todo acto humano que sea racional y libre es un acto moral. Que quien lo realiza es responsable del mismo, y que de sus resultados positivos o negativos el actor acredita méritos o deméritos, reconocimientos o sanciones, premios o castigos. En sintesis: que todo acto humano está indiscutiblemente subordinado a la Ética.

Si aquéllo aceptamos, no escapará de ello el ejercicio de la política. Esto es así aunque la Época Moderna, fundada sobre la primacía del individuo y en una moral subjetiva de los hombres, haya generado un relativismo ético que se funda en la falsa premisa de que la Ley Natural o no existe o no puede ser asumida, para remitir todo a la diversidad de opiniones individuales que no son sino conveniencias particulares, cuya trágica consecuencia histórica y humana ha sido la pérdida de aceptación del concepto de Bien Común y el entender la justicia sólo en términos contingentes.

Sirva la apretada sínterior anterior como indispensable introducción de fondo para lo que me atrevo a interpretar y presentarles como exigencias de la inmensa mayoría de los venezolanos que, de uno y otro polo del actual espectro político nacional, claman por la restitución en el país de un clima pleno de altos valores de vida democrática y republicana.

Ante la inminente realización de elecciones parlamentarias el próximo día 4 de diciembre, tengan Ustedes presente lo siguiente:

a) La gran mayoría de los venezolanos no va a concurrir a los comicios del 4 de diciembre para elegir diputados a la Asamblea Nacional, simplemente porque no tiene confianza en el arbritro, CNE, que ha demostrado hasta la saciedad su parcialidad con el régimen.

b) La gran mayoria de los venezolanos no acepta una Venezuela construida sobre el modelo castrista de Cuba y dependiente del régimen comunista de Fidel Castro.

c) La gran mayoría de los venezolanos no es comunista, ni odia la propiedad privada, como tampoco odia a los Estados Unidos de Norteamérica.

d) La gran mayoria de los venezolanos está desempleada y se ha hecho más pobre con este gobierno y, lamentablemente y les reclama ocuparse de ellos y luchar contra su pobreza.

e) La gran mayoría de los venezolanos, pese a ser solidaria con los otros pueblos de la tierra y en especial con los de América, piensa que la caridad y la justicia comienzan por casa y no está de acuerdo con regalar los riquezas de esta Nación.

f) La gran mayoría de los venezolanos es democrática porque nació en democracia y aspira a vivir siempre en ella, entendiendo que los defectos y fallas que tenga deben ser superados en el tiempo.

g) La gran mayoría de los venezolanos es creyente y sigue las doctrinas de diversas religiones, principalmente la católica, pero también las demás cristianas, hebreas, musulmanas, etc., sin menoscabo de su apoyo a la libertad de cultos.

h) La gran mayoría de los venezolanos defiende la libertad de enseñar y ser enseñado y pretende que sus hijos no sean sometidos a la ignominia de lavados cerebrales establecidos dentro del sistema educativo.

Finalmente, señores dirigentes políticos, la gran mayoria de los venezolanos no los sigue a ustedes y se ha cansado hasta de verlos, porque los acusa, con razón o sin ella, de "maniobrerismos", "negociaderas" y falta de sinceridad y valentía.

Sin embargo, tienen Uds., en el momento actual, una gran oportunidad para rescatar el valer político tanto de sus personas como de sus agrupaciones si muestran con sus acciones inmediatas ante la crisis que vive el país, que han sido capaces de sintonizar las aspiraciones democráticas de la Nación y de entregrarse, sin reservas o posiciones tomadas, a defender sinceramente las nobles causas de la libertad, la justicia, la verdad y la solidaridad que son las bases de toda vida humana y civilizada.

Retiren como un solo hombre todas las candidaturas que han presentado y, dispuestos a enfrentar este ignominioso régimen, el mismo día 4 de diciembre, pónganse con los demás dirigentes de oposición a la cabeza de ese pueblo, hoy confundido y desorientado.

La consigna no es la de la abstención, sino la del voto ejercido dentro de un juego limpio que es la verdadera condición democrática.

No basta con que el CNE retire, eventualmente, las llamadas "caza-huellas": de lo que se trata es de juego limpio total: con transparencia en el REP; sin morochas; sin dos millones y medio de votantes fantasmas que, según las conveniencias del gobierno son utilizados durante las prórrogas de las votaciones; con cuenta de todos y cada uno de los votos tal y como lo ordena la Ley (LSPP), sin que puedan las máquinas electorales transmitir votos individuales y con un nuevo CNE integrado conforme a todo lo que prescribe la Constitución vigente.

Hagan Ustedes de la política "una forma eminente de la caridad" como la definió el insigne Papa Pio XII; que sea ella, en sus actos y por obra de sus conciencias, " el arte de hacer posible lo que es menester" en vista de las necesidades vividas, sentidas y sufridas por el pueblo venezolano.

Que el Señor los ilumine.

Cordialmente,

Pedro Paúl Bello

http://paulbello.blogspot.com


PD. Cuando estaba preparando el anterior escrito para editarlo en el blog, me llegó la noticia según la cual el CNE había decidido retirar las máquinas "caza-huellas" (lamentablemente también, acompañada esa noticia con rumores y comentarios sobre supuestas indebidas "negociaciones" realizadas con el gobierno y sectores opositores para montar un "show" a fin de que incautos vayan a votar). Tal como lo advertí en el texto arriba, no basta con que el CNE retire estas máquinas. Es sabido ahora que las computadoras (máquinas de lotería) que son utilizadas en las últimas elecciones venezolanas y especialmente las que servirán para el proceso del 4 de diciembre, mantienen la secuencia de votantes. En consecuencia, sigue siendo violado el principio fundamental del secreto del voto.

Por otra parte, se mantienen en pié disposiciones como la utilización de un REP amañado cuya versión oficial es desconocida para los partidos y electores. Este REP, como lo demostraron por televisión el Ing. Carlos Presencia y su colega acompañante, deja unmargen de 2 y medio de electores flotantes que pueden ser utilizados como los "monos" de la baraja, para ubicarlos virtualmente y el número de veces necesario, en mesas de votación de Centros Electorales en los que el gobierno sepa, en tiempo real, que está en situación de derrota. Esa es la razón de las famosas "prórrogas" de votaciones, unilateralmente acordadas por el CNE después de la hora de cierre de las mesas, aunque éstas no tuvieran ciudadanos en espera de sufragar.

Por lo demás, siguen vigentes las inmorales "morochas"; el no contar TODOS Y CADA UNO de los votos como lo dispone la Constitución y un árbitro parcial o CNE integrado con aplastante mayoría de rectores de los partidos de gobierno, sin equilibrio político en sus demás funcionarios. Siguen también funcionando las máquinas electorales y el sistema que permite ilegalmente transmitir votos individuales.

Obsérvese, finalmente, el inmenso interés que tiene el gobierno en que la gente concurra a votar pues eso va a legitimar sus fraudulentos resultados con los que va a lograr la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.

Señores dirigentes: concurrir a las elecciones en tales condiciones lo único que garantiza es el definitivo descrédito de sus personas y la muerte política de Ustedes y sus partidos.

viernes, noviembre 25, 2005

Democracia

Es una manera de organizar y dirigir la sociedad política nacional conforme a la naturaleza humana: si la sociedad se compone de personas y la persona es un ser racional, cada cual debe participar en el gobierno de la Sociedad, sea de manera directa o indirecta, en las instancias en las que eso no es posible (mediante representantes).

La crítica a la representación es simplemente demagógica, pues no es posible someter todo a consenso o votación. Hay instancias como las técnicas, por ejemplo, que requieren del conocimiento especializado que sólo tienen algunos miembros de la sociedad nacional formados en las disciplinas correspondientes ; ¿es posible someter a votación las características de un puente que se requiere construir?.

Ahora bien, debe haber participación de las instancias populares en las decisiones que afecten la vida diaria de las personas, especialmente en las localidades o municipios y, por supuesto, en lo general de la vida normal de un pais. Una ley como la de educación, que va a afectar la cualidad de la relación educativa y los derechos de los educandos, educadores y familias de éstos, tiene que ser sometida a referendo, pero, por supuesto, eso requiere de un organismo electoral confiable y probo.

Democracia es un sistema político , pero más que ello significa, hoy, una actitud de vida, o como lo expresa Juan Pablo II, “una mentalidad y comportamiento”, según la cual, cada ciudadano (miembro de la sociedad política nacional) siente que tiene el deber de participar en la Obra Común (aspecto concreto del Bien Común General) y tiene el derecho a tener su parte en los beneficios de la misma. Tal es el contenido principal y verdadero de la participación. No como lo entiende el gobierno que “participa” lo que ha hecho por su sola cuenta e intereses.

Sin duda que el país (el pueblo entendido como el conjunto de todos los miembros de la sociedad política naciona y no una parte de ella) tiene que ir aprendiendo a vivir democráticamente para perfeccionar la democracia. Cuando cierro el paso de una avenida al quedar detenido el tráfico que tengo por delante, asumo una actitud no democrática, pues no pienso en el bien general, en el bien personal de quienes quedan aprisionados en el sentido transversal y ni siquiera en el bien propio, pues más adelante, otros van a cometer el mismo abuso que estoy cometiendo y eso me va a afectar retardándome en el tráfico, como yo lo hice con los demás, y como afecté también intereses de la ciudad en general.

Democracia se ha definido como gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo (fórmula de Linconl). Hay que entender lo que eso significa: que deben ser establecidos canales de información del pueblo hacia el gobierno para que aquél y transmita, a quienes ha designado como gobernantes, sus necesidades y aspiraciones; y del gobierno hacia el pueblo para que le informe de lo que ha hecho, cómo lo ha hecho y por qué ha hecho o dejado de hacer; eso que se hace como gobierno no es para el bien del gobernante sino para bien del pueblo, y todo el esfuerzo, los recursos económicos, sanitarios, culturales, educativos, etc., son para el pueblo, es decir, para todos los ciudadanos sin excepción ni exclusión por razones políticas, religiosas o cualquiera otra.

Pero hay que tener presente que lo esencial en la vida democrática es la solidaridad. Ésta consiste en una progresiva identificación que, a través de innumerables contactos personales (yo-tu) termina por generar un nosotros como expresión superpersonal de la más elevada relación comunitaria.

En tal contexto, el verdadero político será aquél que sea capaz de existir con el pueblo.

Si realmente se tiene amor a ese algo humano y viviente que es el pueblo, se deberá existir con él, esto es, sentir con él, vivir con él, sufrir con él y estar en comunión con él (como lo expresó Maritain). Todo lo contrario de utilizarlo para que apoye al político, de pagarle en medio de su miseria unos pocos reales en vez de darle educación verdadera y no ideologización; salud verdadera y no engaño por medicos incompetentes; vivienda digna y no tugurios inhumanos o simplemente abandono en la ruina y la miseria.

“Antes de ‘hacerle el bien’ y de trabajar por su bien; antes de hacer o no hacer la política de éstos o de aquéllos que invocan su nombre y sus intereses; antes de pensar en conciencia el bien y el mal de las doctrinas y de las fuerzas históricas que lo solicitan y de elegir entre ellas, o, acaso, en ciertos casos excepcionales de rechazarlas todas ellas, habremos elegido ya el existir con él y el sufrir con él y hacer propios sus penas y destinos”. (Jacques Maritain, El Alcance de la Razón).

domingo, noviembre 20, 2005

SEÑOR PERINA: OCÚPESE DE LO SUYO

El señor Rubén Perina, jefe de la Misión de la OEA observadora de las elecciones del 4 de diciembre, hará bien en guardarse sus opiniones personales sobre la política venezolana, pues, a pesar de su cargo, no tiene la facultad de intervenir en asuntos internos de este país.

A tenor de la información que El Nacional, en fecha de hoy y publicada en la primera página, el señor Perina dijo que "una abstención pronunciada no genera legitimidad al sistema político; es conveniente que haya la mayor participación posible". Es de suponer que una persona capaz de desempeñar su cargo tiene suficiente experiencia en la materia y conocimientos de la realidad política de los países en los que debe actuar como para no cometer una "gaffe" como la señalada.

Pero, por si acaso no lo sabe, en este país, señor Perina, el sistema político imperante perdió desde hace mucho tiempo su legitimidad y se hizo usurpador luego de la "hazaña" del Centro Carter y de la propia OEA que convalidó los resultados del referendo revocatorio presidencial del 15 de agosto del 2004, celebrado en condiciones inadmisibles para regir cualquier proceso electoral en el mundo.

El pueblo venezolano no es abtencionista como lo demuestra nuestra historia democrática y, en particular, el acto referendario realizado ese día 15 de agosto, infausto para la democracia en Venezuela y en América Latina.

Ocurre que, precisamente por ser ilegítimo el régimen que nos gobierna, una amplia mayoría de venezolanos no está dispuesta a lavarle la cara ante las naciones de la tierra a un gobierno que ha perdido toda autoridad por abuso de ella.

Antes de asumir un papel partidario diciendo que "es conveniente que haya la mayor participación posible, lo responsable e indispensable es que se informe.

domingo, noviembre 13, 2005

Injusticia y falsedad

Conocí por una amiga el contenido de este artículo, "De Pio XII al Arzobispo de Caracas Mons. Urosa" del Sr. Angel Rivero, persona ésta a quien no conozco y de la cual ignoro su manera de pensar.

Respondí de manera privada a la persona amiga, con mis razones por las cuales, a mi manera de ver, era una ligereza transmitir por esta vía un texto plagado de errores y ofensas, tanto por sus apreciaciones sobre las actuaciones del difunto Santo Padre frente al nazismo y en el caso de la persecución del pueblo judio, como en relación al reciente discurso de toma de posesión del arzobispado de Caracas pronunciado por el Excmo. Monseñor Jorge L. Urosa Savino.

Le expresé a esta amiga que es bueno que nos acostumbremos en esta lucha contra el totalitarismo que padecemos, a no disparar antes de pensar. Así se cometen errores trágicos como muchos que ilustran historias lamentables de tiempos de las resistencias francesa e italiana. Por lo demás, le dije, no es malo recordar las toneladas de basura escritas contra Pío XII señalándole como cómplice de los nazis en sus atrocidades contra los judios, completamente refutadas por abundante documentación y testimonios de personas miembros de ese pueblo ferozmente perseguido y martirizado. ¿Qué hubiera sido de los miles y miles de judios que pudieron salvarse gracias a la prudencia del Papa Pacelli? ¿Que hubiese pasado si Pio XII, para demostrar egocéntricamente su valor, hubiera despotricado de Hitler a través de la Radio Vaticana y de l'Observatore Romano?

No puedo aceptar lo que se afirma en ese escrito sobre Pio XII y en honor a la verdad y como católico protesto por esa infamia, miles de veces repetida por los enemigos de todo signo y de todo tiempo de la Santa Madre Iglesia.

También protesto y no puedo aceptar que se diga que Mons. Urosa no ha abierto la boca en todo este tiempo, pues es una falsedad inmensa, fácilmente demostrable como tal por hechos documentados.

Mons. Urosa es un sacerdote de intachable trayectoria. Su prestigio, enorme en el ambiente del clero nacional, trasciende hacia lo externo. Formador de sacerdotes de larga experiencia, famoso por su firmeza, su claridad de pensamiento y su rigurosidad tanto en materias de Fe como de comportamiento, pero a la vez sencillo, humilde y cordial como corresponde a verdadero un discípulo de El Señor.

Su misión como Pastor no es nada fácil en los tiempos que vive Venezuela, casi aprisionada en las fauces de un régimen totalitario y avallasador, portador de un "proyecto" infame cuyo propósito es desatar en contra de la Humanidad un conflicto bihemisférico.

Mucho más efectivo, en situaciones como ésta, es seguir conductas equilibradas dentro de una prudencia bien entendida - que algunos, por ignorancia confunden con miedo o complicidad - que abrir la capa del egocentrismo protagonista ante las embestidas de la fiera. Tal conducta prudente caracterizó al trabajo y acciones de Karol Wojtyla cuando actuó dentro de Polonia como sacerdote, como Obispo auxiliar, luego como Arzobispo y después Cardenal de Cracovia, así contra el totalitarismo nazi como contra el comunista. Fue esa misma línea la que se convirtió en uno de los factores fundamentales del derrumbe del régimen de la URSS en tiempos de su desempeño como Juan Pablo II. Fue éste, excelso ejemplo del adecuado ejercicio de la virtud de la prudencia.

En el campo político y, repito, por ignorancia o desconocimiento de su significado como virtud, la prudencia es vista por algunos como refugio de conservadores, de pacatos y de cobardes. Resulta que, muchas veces, tal actitud procede de la perversa invocación de la "prudencia" que, precisamentes, tales tipos de personajes suelen hacer para justificar sus conservadurismos, indecisiones, miedos o complicidades.

Pero tales deformaciones, reales o ficticias, nada tienen que ver con la virtud. Todo político, y en particular todo político cristiano, debe tener a la prudencia como virtud rectora de sus actos. Las acciones más audaces, más radicales en procura del bien, más profundas, requieren de la prudencia, no para mediatizarlas, limitarlas o neutralizarlas, sino precisamente para que sean verdaderamente eficaces y honestamente orientadas hacia el Bien Común General.

Es bueno recordar que la providencia o previsión es una de las varias partes integrantes de la virtud de la prudencia; podemos decir que es su elemento clave pues permite visualizar fines lejanos y consecuencias futuras de los propios actos, disponiendo y ordenando los medios adecuados y oportunos a fin de controlar los riesgos negativos en dichas consecuencias posteriores; también están, entre otras partes de la prudencia, la cautela y la circunspección frente a lo que pueda obstaculizar los propósitos legítimos, aportando atenta consideración sobre la conveniencia o no de las acciones.

Debemos luchar a fondo para erradicar de nuestro pueblo el mal hábito de la negación. Como decía Don Mario Briceño Iragorry, así no se construye un verdadero pueblo; un pueblo que, con continuidad histórica como tal, permita asentarse sólidamente una Nación. Hemos vivido, a lo largo de nuestra historia nacional, de negación en negación. Pareciera ser de nuestra sangre el negar lo bueno que hace otro de nosotros; lo bueno que es; los méritos que merece y los que se les reconocen. Por vivir de negación en negación hemos llegado al punto en el que estamos. Superar ese defecto es un deber en el que nos va la vida como país civilizado.